Miles de guatemaltecos participan este año en las celebraciones de Semana Santa, que están catalogadas por la Unesco desde noviembre.

El festival de una semana en realidad se extiende durante seis semanas y culmina en Semana Santa con procesiones, vigilias y coloridas alfombras en las calles del país centroamericano.

Las procesiones del Viernes Santo de este año, en particular, tienen un significado especial dado el nuevo reconocimiento de la Unesco.

Las costumbres, la música, la comida y el arte de la Semana Santa en Guatemala reflejan una “fusión cultural” entre el catolicismo de los conquistadores españoles y las creencias ancestrales de la población indígena maya.

La mezcla del festival de rituales mayas y fervor religioso católico lo distingue.

“Los guatemaltecos viven la Semana Santa de manera diferente al resto del mundo”, dijo el Ministro de Cultura Felipe Aguilar.

Vendedores ambulantes en Antigua, la capital colonial, venden alimentos, refrescos y otros productos a miles de fieles y turistas que llenan las calles para participar en las procesiones.

Destaca la procesión de Jesús de la Humildad en Antigua, que marca la parte final de la vida de Cristo, con algunos fieles vestidos de soldados romanos.

“El Jesús de la Humildad siempre nos ha bendecido… no queremos perder esta tradición que nos identifica como guatemaltecos”, dijo el cocinero del restaurante José Pérez.

Las celebraciones de la Semana Santa tienen una rica historia en Guatemala, que se remonta al siglo XVI cuando los colonos españoles trajeron las festividades a la región.

La población maya local pronto sincretizó las celebraciones con sus propias tradiciones y cosmovisión.

Para muchos guatemaltecos, participar en procesiones es una parte importante de su vida espiritual.

“Me siento muy satisfecho… y me quedaré aquí para estar con esta devoción”, dijo el campesino Jorge Pinheiros.

La fiesta no solo se celebra en Antigua. Los barrios mayas también marcan la Semana Santa vistiendo trajes tradicionales y llevando imágenes de sus santos por las calles.

En el municipio de San Andrés Sajcabaja, en el noroeste, indígenas mayas k’che’ se arrastran de rodillas durante unos cinco kilómetros por las calles para conmemorar la Pasión de Jesús, llevando espinas en la cabeza o en la espalda para expiar sus pecados o dar gracias a Dios.

Las celebraciones de Semana Santa de este año tienen un significado especial para muchos guatemaltecos, ya que la pandemia de Covid-19 obligó a cancelar los eventos del año pasado.

“La gente está contenta porque han pasado tres años” desde la última procesión por la pandemia, dijo Susana Leimi, comerciante del pueblo de Santiago Atitlán.

Actualizado: 08 de abril de 2023, 6:03 p. m.