WASHINGTON — La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó el martes que una medida de la era de la pandemia utilizada desde 2020 para evitar que cientos de miles de migrantes ingresen al país debe permanecer vigente.

Un gran número de migrantes se ha amontonado en la frontera en previsión de un cambio en la política estadounidense, que podría obligar a la Patrulla Fronteriza a registrar y admitir a todos los solicitantes de asilo.

El fallo judicial 5-4 aceptó una petición de 19 estados que dijeron que se verían inundados de inmigrantes si se levantaba la política del Título 42 y se abría la frontera con México.

El tribunal dijo que la política presentada por el expresidente Donald Trump permanecerá vigente hasta que se emita un fallo sobre una demanda subyacente que desafía los planes para eliminar el Título 42, y que escuchará el caso en febrero.

Eso podría darle a la administración del presidente Joe Biden, que se ha preparado para una ola de inmigrantes, hasta mayo o junio antes de que se tome una decisión final.

“Los estados afirman que enfrentan una crisis de inmigración en la frontera y los legisladores no han llegado a un acuerdo sobre las medidas adecuadas para enfrentarla”, dijo la corte en su decisión.

«El único medio que queda para mitigar la crisis, sugieren los estados, es una orden de este Tribunal que ordene al gobierno federal que continúe con sus políticas del Título 42 de la era Covid durante el mayor tiempo posible».

El fallo le dio una tregua a la administración de Biden, que aceptó un fallo de un tribunal inferior de que el Título 42 ya no podía usarse para bloquear a las personas que cruzan la frontera suroeste en busca de asilo.

Si bien el gobierno se preparó con más personal y más cercas a lo largo de la frontera, no estaba claro cómo esto habría contenido el aumento esperado.

Alrededor de 2,5 millones de personas fueron interceptadas cuando intentaban cruzar la frontera sur de EE. UU. en los 12 meses hasta noviembre.

Mientras que hace dos años la mayoría de los migrantes eran de México, Honduras, Guatemala y El Salvador, ahora más de la mitad provienen de países mucho más lejanos: Nicaragua, Venezuela, Cuba, Europa del Este y Asia.

El aumento de inmigrantes en la frontera plantea un dolor de cabeza político cada vez mayor para Biden y su Partido Demócrata, que los republicanos han tratado repetidamente de pintar como blandos con la inmigración ilegal.

Los críticos etiquetaron el Título 42 como «inhumano» y dijeron que era un plan de inmigración ad hoc disfrazado de política de salud, pero que no tenía ningún propósito.

La medida permite la expulsión inmediata de cualquier extranjero o no residente que intente ingresar al país sin visa.

No hay ningún proceso legal ni ninguna deportación formal al país de origen, y un agente fronterizo puede solicitar una expulsión del Título 42 sin el largo proceso de entrevista normalmente requerido.

Pero a diferencia de una expulsión regular, que por lo general resulta en algún tipo de prohibición de intentar volver a ingresar a los Estados Unidos, una expulsión del Título 42 viene sin marca negra.