Laparra es un exfiscal que fue condenado la semana pasada a cuatro años de prisión por abuso de autoridad tras acusar a un juez de filtrar información confidencial. Un juez dictaminó que ella no tenía la autoridad para denunciar las filtraciones.
El juez al que acusó de la filtración recibió una sanción administrativa que luego fue anulada.
Laparra dijo que las acusaciones eran una represalia por su trabajo con una comisión anticorrupción de la ONU cuyo mandato fue rescindido por el gobierno. Amnistía Internacional incluyó a Laparra como preso de conciencia.
El gobierno del presidente Alejandro Giammattei ha presentado cargos contra varios exfuncionarios y jueces anticorrupción, lo que ha llevado a muchos de ellos a huir del país.
El portavoz de la Unión Europea, Peter Stano, dijo el lunes que la condena de Laparra es profundamente preocupante en medio del deterioro del estado de derecho, la continua intimidación y las acciones legales contra abogados, fiscales independientes y jueces.
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