Autoridades guatemaltecas definieron este jueves un plan preventivo y de atención ante una posible caravana masiva de migrantes hondureños que intentará llegar a pie a Estados Unidos, dijo una fuente oficial.

“Con el fin de dar una respuesta integral y coordinada al posible movimiento masivo de personas que se formaría el 15 de enero en Honduras”, se estableció un “protocolo de actuación”, dijo a periodistas el director general del Instituto Guatemalteco de Migración, Stuard Rodríguez. .

El protocolo establece la instalación de retenes a lo largo de la ruta migratoria para identificar a las personas que ingresan de manera irregular y sin cumplir con los requisitos establecidos por el Ministerio de Salud de Guatemala.

Rodríguez aclaró que Guatemala está “a favor de una migración ordenada y segura sin exponer a los grupos vulnerables”, luego de concluir una reunión multisectorial a la que asistieron 15 instituciones estatales, además de la Vicepresidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

En el encuentro también participaron el Ministerio de Salud, la Secretaría de Seguridad Social de la Presidencia de la República, la Policía Nacional Civil, el Ministerio de la Defensa y el Ministerio Público, entre otros.

Además, en la reunión participaron organizaciones miembros de las Naciones Unidas (OIM, ACNUR y UNICEF), organizaciones no gubernamentales y delegados de las embajadas de Estados Unidos, Honduras y México.

La supuesta conformación de la caravana fue revelada por declaraciones de Itsmania Platero, defensora de derechos humanos hondureña.

Según Platero, el movimiento estaría formado por unas 2.500 personas, que buscarían transitar por Guatemala para luego ingresar a México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.

sin embargo, el Instituto Nacional de Migración de Honduras declaró que el movimiento solo estaría integrado por unas 60 personas, según un comunicado de prensa.

“En Guatemala estamos preparados para evitar movimientos masivos irregulares, ahora priorizando la salud de los guatemaltecos” ante la propagación de contagios por la pandemia del coronavirus, agregó Rodríguez.

En enero del año pasado, una caravana de unos 7.000 migrantes hondureños fue desmantelada por las fuerzas de seguridad guatemaltecas cerca de la frontera entre los dos países con gases lacrimógenos.

En los últimos años, inmigrantes indocumentados, en su mayoría de Centroamérica, han tratado de viajar por México en enormes caravanas para protegerse tanto de las autoridades como del acoso criminal.

El avance de las caravanas hacia la frontera norte ha provocado tensiones con Estados Unidos, especialmente con la administración del expresidente Donald Trump.