Aproximadamente 25 millas al sur de La capital de Guatemala, que se eleva a 2.800 pies sobre el nivel del mar, el volcán Pacaya domina los pueblos vecinos de San Vicente Pacaya y Amatitlán. En días claros, desde la cima de la montaña, los turistas pueden incluso ver la Ciudad de Guatemala y los volcanes vecinos Agua, Fuego y Acatenango. Desde 1965, cuando volvió a la actividad, el Pacaya, cuyos flujos de lava de movimiento lento son, según los estándares de los volcanes, menos peligrosos, se ha convertido en un imán para los turistas. Y en 2019, Pacaya se convirtió en la primera pizzería del país, y una de las primeras del mundo, en utilizar cuevas de lava como hornos.

El fundador, chef y contador de Pizza Pacaya, Mario David García Mansilla, quedó fascinado con Pacaya en 2010 cuando el volcán explotó espectacularmente, esparciendo rocas rojas en llamas sobre los tejados de San Vicente Pacaya y los pueblos circundantes. Las cenizas llegaron al Aeropuerto Internacional de Guatemala, La Aurora, y los vuelos se suspendieron por un día. En lugar de huir, García Mansilla decidió quedarse cerca de la poderosa montaña.

Su curiosidad lo llevó cerca del cráter del volcán, donde vio guías que invitaban a los turistas a asar malvaviscos sobre la lava endurecida pero aún caliente. Decidió que quería hornear más que dulces y decidió hornear pizzas. Durante años, horneó pasteles para él y sus amigos en estructuras parecidas a cuevas. En 2019, tras perfeccionar su técnica, su afición se convirtió en un negocio.

García Mansilla sube regularmente a la cima del volcán cargando alrededor de 60 kilos de ingredientes y equipos a la espalda para encontrarse con los turistas que han hecho una reserva. García Mansilla ofrece una variedad de aderezos, que incluyen carnes (salami, pepperoni, chorizo, jamón) y verduras (cebollas, aceitunas y pimientos), y los clientes pueden solicitar otros extras con anticipación. Monta la pizza con masa previamente amasada y hornea durante unos 14 minutos. Cuando se cuece sobre lava caliente, el proceso toma solo unos minutos, ya que el magma puede alcanzar hasta 1800 grados Fahrenheit (1,000 ° C).