El lunes, luego de una reunión con el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, la oficina del vicepresidente Harris anunció $ 310 millones en ayuda a los países del Triángulo Norte.

La inyección financiera incluye $ 255 millones en ayuda humanitaria que ayudará a brindar asistencia alimentaria y protección a refugiados, solicitantes de asilo y otras personas vulnerables. Otros $ 55 millones se utilizarán para fortalecer el sector agrícola de Guatemala y proporcionar comidas a los niños.

Desde entonces, Harris ha hablado con líderes guatemaltecos y mexicanos, expertos en la materia y funcionarios estadounidenses. Las conversaciones se centraron en impulsar el desarrollo económico en los países del Triángulo Norte y, en algunos casos, abordar la corrupción que dificulta que las personas vulnerables obtengan la ayuda que necesitan.

«El pueblo de Guatemala ha sufrido mucho por los recientes huracanes, la persistente sequía y, por supuesto, los daños del COVID-19», dijo Harris a Giammattei, según declaraciones difundidas por la Casa Blanca. «Y, como ya hemos comentado, estos son los factores agudos que, en muchos sentidos, están provocando que las personas abandonen sus hogares, a pesar de que probablemente prefieran quedarse».