Cualquier conexión Wi-Fi depende de varios factores para proporcionar un buen rendimiento y una buena experiencia de usuario. El pilar principal sobre el que descansa es nuestra propia conexión a internet, es decir, el servicio de conexión que contratamos con nuestro ISP.
Entonces, si tenemos, por ejemplo, una conexión de fibra óptica a Internet con una velocidad simétrica de 300 Mbps, no debemos esperar que nuestra conexión wifi alcance velocidades de 600 Mbps, porque el límite máximo lo define la velocidad de la tarifa que contratamos.
En base a esto, se apilan diferentes aspectos que influirán significativamente no solo en la velocidad de nuestra conexión Wi-Fi, sino también puede tener efectos positivos o negativos estabilidad y calidad.
No todos tienen el mismo impacto y, por tanto, no tienen la misma importancia, pero cuando varios compiten, podemos acabar tener serios problemas de conexión, y que no sabemos por dónde empezar a resolverlos. En este artículo, descubriremos contigo ocho errores comunes que pueden dañar seriamente tu conexión Wi-Fi y explicaremos cómo solucionarlos sin esfuerzo.
Ocho errores comunes que dañan tu conexión Wi-Fi
1.-Colocar el router en una ubicación inadecuada: por ejemplo, en una esquina o en una posición baja, es uno de los errores más comunes y que más puede afectar a nuestra conexión wifi, ya que reducirá el alcance de la misma, y también la calidad y estabilidad de la señal. En casos extremos, podemos crear una zona muerta.
Solución: Simplemente mueva el enrutador a una posición elevada, libre de obstáculos y objetos que puedan generar interferencias.
2.-Monitoree las antenas externas del enrutador: no todos los enrutadores tienen antenas externas, Pero quienes los tengan y les permitan guiarlos pueden verse afectados por una posición errónea, ya que la señal wi-fi no se dirigirá correctamente.
Solución: solo tenemos que orientar bien las antenas. No hay misterio, lo ideal es mirar hacia arriba y ligeramente inclinado hacia los lugares donde queremos que nos llegue la señal.
3.-No se pudo actualizar el firmware del enrutador con regularidad: este tipo de actualizaciones son muy útiles y muy importantesa medida que corrigen errores, mejoran la estabilidad y el rendimiento y pueden incluir nuevas funciones de interés.
Solución: Verifique regularmente las actualizaciones disponibles para su enrutador. Recuerda que solo debes consultar fuentes oficiales.
4.-Coloque el enrutador en las áreas donde está rodeado obstáculos que bloquean fuertemente la señal.
Solución: como en el punto número uno, lo ideal sería cambiar la posición del router. Si no podemos, eliminar los obstáculos que más interfieren con la conexión wi-fi sería una alternativa.
5.-Olvidar configurar correctamente los ajustes de seguridad del router. Una contraseña débil es como dejar la puerta abierta a los atacantes.
Solución: Es muy simple, solo ingrese la configuración del enrutador y cambie la contraseña predeterminada por una más segura. Deshabilitar el SSID también puede ayudarnos a mejorar la seguridad.
6.-Utilice protocolos antiguos, como Wi-Fi 2, ya que pueden ralentizar enormemente toda su conexión a Internet.
Solución: Debemos evitar usar este tipo de protocolo, no hay otra opción.
7.-No utilice el estándar Wi-Fi 5 siempre que sea posible. Este estándar mejora significativamente la velocidad máxima de nuestra conexión Wi-Fi y también se ve menos afectado por interferencias cuando se trabaja en la banda de 5 GHz.
Solución: utilice este patrón siempre que sea posible. Muchos routers nos conectan automáticamente al mejor ancho de banda disponible (2,4 GHz o 5 GHz) dependiendo de dónde estemos, pero otros nos hacen elegir entre uno y otro. Siempre que pueda, cambie a Wi-Fi 5 (banda de 5 GHz).
8.-Utiliza los canales estándar, que suelen ser los más utilizados y los más saturados.
Solución: cambiar canales manualmente a través de la interfaz de configuración del enrutador. Los enrutadores más modernos y avanzados tienden a cambiar automáticamente a canales menos saturados.